Tu tierra siempre es parte de ti, te ha visto nacer, te hace una persona característica, y te aporta todo lo que eres. Ahí están tus raíces, y no la puedes sacar del corazón. Siempre debes sentir orgullo de tu hogar. Yo estoy orgullosa de mis tierra, de mi Sevilla. de mi Andalucía, mi acento, mis raíces, mis sevillanas, el flamenco...estoy orgullosa de lo que soy y de mi casa. Aquí he nacido, y aquí quiero que acaben mis días.
En estas fotos, llevo una chaqueta que adoro, y el color de la blusa es simplemente fantástico..=)
The place where you have born, is always part of you. It make you special, and it gives you all you are. Is there where your family is, and you can't let it out of your heart. You should always me proud of your home. I'm proud of the place where I've born, I'm proud of Seville, of Andalousia, of my accent, of my family, my city's typical dance, flamenco...I'm proud of who I am, of my home. Here I've born, and here I want to die.
In this pictures, I'm wearing this great jacket...I love it! And the colour of the blouse it's just fantastic... =)
Chaqueta / Jacket --> Zara
Blusa / Blouse --> Zara
Pañuelo / Neckerchief --> H&M
Bolso / Bag --> Jane Norman
Leggins / Leggins --> Mango
Bailarinas / Shoes --> Fun&Basics
Aquí os dejo un poema de Miguel Hernández sobre los olivos...Disfrutadlo.
Here you have a poem from Miguel Hernández about olive trees... Enjoy it.
ACEITUNEROS
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma:
¿Quién, quién levantó los olivos?
No los levanto la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimientos
Andaluces de Jaén, aceituneros
altivos, decidme en el alma:
¿Quién, amamantó los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.
No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.
Árboles que vuestro afán
consagro al centro del día
eran principio de un pan
que solo el otro comía.
Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
¡pesan sobre vuestros huesos!
Andaluces de Jaén, aceituneros
altivos, pregunta mi alma:
¿de quién, de quién son estos olivos?
Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Dentro de la claridad del aceite
y sus aromas, indican tu libertad
la libertad de tus lomas.
MIGUEL HERNÁNDEZ